En ocasiones se ve el trabajo logopédico únicamente como una reeducación en casos de trastorno, patología o retraso pero es igual de importante aquél que se dedica a la estimulación del lenguaje y a la prevención de problemas futuros en niños con dificultades de aprendizaje.
Las sesiones de logopedia, suelen ser pocas horas semanales y necesitan de un aliado importantísimo que son las familias. Incluso cuando no detectamos una problemática concreta, los padres son un pilar fundamental en la estimulación del lenguaje de los hijos.
Aquí tenéis algunos consejos básicos y fáciles de seguir que pueden ser muy significativos durante el proceso de adquisición del lenguaje.
La clave de toda comunicación es la escucha
Cuando te comuniques con tu hijo mantén una escucha activa y participativa; afirma, reacciona, pregunta y sugiere adecuando el nivel de comunicación a su edad. Si percibe esta escucha, aprenderá a escuchar.
Habla despacio
Esto no significa que hables muy lentamente, con que reduzcas un
poco la velocidad y vocalices, será suficiente. El niño va percibiendo la pronunciación de los fonemas de nuestro idioma así como identificando las palabras con significado.
Intenta que los enunciados sigan un orden coherente
Así y como en el punto anterior, el niño irá aprendiendo la construcción de las frases de forma natural.
Pregunta de forma concreta y siguiendo el turno, “pregunta-respuesta”
Si le preguntas alguna alguna cosa, ofrecele tiempo para que entienda la pregunta, piense su respuesta y la estructure verbalmente. Ten en cuenta que sus tiempos no son los mismos que los tuyos.
Intenta no repetir las palabras en el lenguaje infantil del niño, aprenderá de ti la forma correcta de decirlas, si las repites como él, no tendrá el ejemplo adecuado.
A la hora de corregir y ligado con el punto anterior
No hace falta decir que lo está diciendo mal, puedes repetirlo utilizando la forma correcta. Por ejemplo; “mía petota”, puedes afirmar “Sí, mira una pelota!”